La Mentira Social
Carmen Quintero Russo
Ervin Goffman plantea
que en cada sociedad los individuos conscientemente desempeñan diversos papeles
sociales y usan máscaras al actuar en lugares públicos, para disimular lo que
se es, o pretender ser lo que no se es.
Esto nos lleva a postular varias formas posibles de conducta humana
entre las que destacan la honesta y sincera y la falsa y manipulativa. En ambos casos las máscaras sociales utilizadas reflejan nuestras propias definiciones
sociales con las que nos identificamos y en las que creemos.
Todo individuo en su
quehacer cotidiano muestra máscaras o fachadas que le facilita la interacción
con otros, de acuerdo a las normas y valores y sus apreciaciones de la
realidad. La persona se mostrará a los demás no solo de acuerdo a su
conveniencia, sino dependiendo de cómo cree
que los demás lo ven en relación a lo que hace y a su posición social. Trata de actuar de acuerdo con lo que cree que esperan
de él y a ocultar aquellas particularidades que pueden perjudicarles ante los
demás. Para ello se buscan "cómplices" que les ayuden a ocultar,
allegados que “siempre dicen sí”, sin importar las consecuencias.
El mundo social es mucho más complejo de lo que
parece, ya que cada uno de nosotros trae su propia maleta de deseos, emociones,
metas, recursos y falencias lo que lo hace uno y único frente a los demás y su
circunstancia. Diariamente a lo largo de nuestra vida enfrentamos tanto lo
cotidiano como lo fortuito, o lo inesperado. Ante todas esta situaciones, se
reacciona, se supera y continúa la vida en gran parte con el apoyo de la
cultura que nutre las representaciones colectivas y las definiciones sociales.
Dicho de otro modo, nos movemos en universos relativamente conocidos según la
experiencia propia y ajena (socialización).
Es dentro de este vaivén
social que surge la mentira como otro elemento de la máscara social que utilizamos
en la interacción social. Según el diccionario mentir es “decir algo que no es
verdad con intención de engañar”. Pudiéramos verla como una especie de
mecanismo que en algunos momentos mediatiza la interacción entre personas a
través del engaño consciente por parte de alguno de los actores.
¿Por qué la gente miente? hay muchas
razones, pero creo que podemos sintetizarlo diciendo que se hace por su
conveniencia. Ese afán de engañar a otro ha existido siempre y la historia
universal está llena de ejemplos. Ante situaciones de temor, por amenazas que
afectan nuestro bienestar, de odio, compasión, envidia, egoísmo, por necesidad,
como defensa ante una agresión o cuando el engaño les proporciona resultados
positivos
El asunto es que la
mentira dentro del marco de la interacción social aporta elementos conflictivos
a la misma y resquebraja la confianza en la relación. Pero por otra parte, las
relaciones humanas nunca van a ser totalmente transparentes, ya que el ser
humano tiende a resguardar su intimidad en su relación con los otros a través
del fingimiento, el disimulo y la mentira. Así como en la
sociedad existe la desigualdad social, la sinceridad y la mentira también se
manifiestan diferentemente entre los actores y ha conveniencia de los mismos.
Los momentos de nuestra vida no son
iguales, los hay felices, tristes, triunfales o decepcionantes. Igualmente y de
acuerdo con ellos reaccionamos y nos comportamos según sea el caso. ¿Qué parte
de nuestro YO social se manifiesta? ¿Cuánto de nosotros dejamos aflorar para
los otros? Ante ciertas situaciones y con ciertas personas mostramos ciertas
facetas de nuestro interior (sentimientos, ansiedades, expectativas,
decepciones, tristezas y alegrías), dependiendo del grado confianza y de reconocimiento recíproco de la
intimidad.
Por otra parte el desempeño de roles
demanda conductas acordes con las características de cada uno y el uso de
distintas máscaras sociales. Cada cual y en cada momento ha de valorar qué y
cuánto de su intimidad quiere participar al otro.
Mayo, 2014
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